Clipping

Carta Maior Pueblos indígenas proponem una concertaçion para el Buen Vivir

Vivimos en una época de crisis e incertidumbre.

Por FILAC

Vivimos en una época de crisis e incertidumbreEnfrentamos una pandemia que se ha convertido en una crisis total, porque afecta a todas las personas del mundo y nos afecta en todos los planos: en la salud, en la economía, en lo político, en lo público y en lo privado, concluyó el Diálogo de Alto Nivel organizado por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas para América Latina y el Caribe, FILAC,

El Secretario Técnico de la institución, Álvaro Popex señaló que el documento llama a “poner a disposición de todos, una herramienta para construir juntos un mundo mejor, sobre la base del respeto de la naturaleza, todas sus culturas, sus hombres, sus mujeres, sus jóvenes y sus mayores”.

Es una crisis con alto grado de incertidumbre sobre el propio virus que la provoca, su origen, sus mutaciones, su futuro e hipotética prevención a través de una vacuna. También incertidumbre sobre lo que nos dejará, si es que algún día nos abandona, señala el llamamiento.

Crisis humanitaria

Como se ha expresado recientemente, el mundo se encuentra ante una crisis humanitaria y sanitaria sin precedentes en el último siglo en un contexto económico ya adverso. A diferencia de 2008, esta no es una crisis financiera sino de personas, producción y bienestar. El coronavirus no está atacando a un cuerpo sano. Está operando sobre sociedades con muchas dificultades, exacerbando sus graves problemas prexistentes.

El coronavirusse suma a previas complejidades que no solo no están resueltas, sino que siguen allí, esperando que nos hagamos cargo de ellas.

* Solo hace pocos meses estábamos preocupados por los incendios en la amazonia e inundaciones en varias partes del continente, inocultables efectos del calentamiento global producto de un desastroso comportamiento humano sobre los recursos naturales.

* A lo largo y ancho del continente vemos cuestionamientos profundos a las instituciones políticas, así como dificultades muy serias con el funcionamiento del sistema democrático.

* Apenas hace un año, la Organización Internacional del Trabajo conmemoraba su centenario recordándonos que el mundo se está transformando radicalmente impulsado por las innovaciones tecnológicas, los cambios demográficos, el cambio medioambiental y climático y la globalización, así como en un momento de desigualdades persistentes, que tienen profundas repercusiones en la naturaleza y la dignidad de las personas.

* Además, la primera pandemia de la globalización impacta sobre un mundo tremendamente desigual y no solo en lo económico, sino en todos los aspectos relevantes de nuestra sociedad, desigualdad notoria para personas y colectivos, por razones étnicas, de género, etarias, etc.

* En ese contexto global, América Latina es la región más desigual y violenta del planeta.

Por tanto, podemos decir que la pandemia provoca una crisis total sobre una sociedad en desigualdad total.

Entre los sectores más afectados, sin dudas, se encuentran los más de 800 Pueblos Indígenas, alrededor de 60 millones de personasque viven en América Latina, que constituyen cerca del 10% de la población de la región.

Esta realidad multicultural es una riqueza enorme, pero al mismo tiempo está marcada por un hecho incontrastable: la discriminación estructural, marginalidad, exclusión y pobreza histórica, agravado por diversas transformaciones económicas y sociales en el marco de la globalización, el cambio climático que erosiona la biodiversidad y la persistencia de la raíz colonial en los países del continente.

De allí que, gran parte de los Pueblos Indígenas viven en condiciones de vulnerabilidad extrema, lo que significa, entre otros aspectos, altas tasas de desnutrición, inaccesibilidad a servicios de salud, precariedad de infraestructura y en general, imposibilidad de ejercer derechos individuales y colectivos fundamentales.

Pero la pandemia también nos ha mostrado otros aspectos de nuestra realidad. Estos meses, hemos comprobado que el virus no puede destruir nuestros conocimientos, nuestros mejores valores, la solidaridad, ni impedir que nos organicemos para sacar lo mejor de nosotros, como personas, como pueblos, como humanidad.

Los Pueblos Indígenas, están dando respuestas masivas, conmovedoras y eficientes desplegando vigilancia comunitaria, divulgando recomendaciones en sus idiomas originarios, aplicando sus propios sistemas de salud tradicionales, enfrentando el hambre con acciones solidarias.Las comunidades indígenas y también gobiernos de la región,se han puesto de pie para enfrentar al virus.

Ahora es cuando debemos poner nuestras máximas capacidades, compromiso y voluntad expresada en hechos, no solo para superar los impactos de la crisis, sino para actuar sobre sus orígenes causales para estar en mejores condiciones ante eventuales nuevos embates de esta magnitud.

Convocamos, entonces a conformar una Concertación por el Buen Vivir, como espacio regional de diálogo e intercambio de perspectivas y propuestas compatibles con un modelo de desarrollo con identidad que permita a los Pueblos Indígenas y a la sociedad en su conjunto, enfrentar los principales efectos sociales y económicos provocados o agravados por la pandemia.

Saiba mais em: https://www.cartamaior.com.br/?/Editoria/Sociedade-e-Cultura/Pueblos-Indigenas-proponen-una-Concertacion-para-el-Buen-Vivir/52/48112

Comente aqui